Quinto, El Piquete en 1910, Pulsa para ampliar la foto

 Quinto: Ataque de las 
Brigadas Internacionales 
24-27 de Agosto 1937

Relato de la toma de la Iglesia (el Piquete) de 
Pascual Porroche ("Pascualín")


En la prensa apenas salió nada de la batalla de Quinto. Eduardo Colmuela el reportero de guerra puso mucho de Codo y de Belchite pero de Quinto, el cacho cabrón, no puso nada, En la Iglesia me hubiese gustado verlo a mi.

Día como ayer mataron al abuelo de Cardelín, José Perera el Cardelín y a Juanín - el abuelo de esa que tiene la tienda en la cuatro esquinas. Debajo de las campanas antes de llegar al ultimo rellano entro un proyectil de tanque, atravesó el muro que fíjate si es gordo y luego exploto en medio de las dos cabezas al pegar en la pared después de atravesar la pared de la Iglesia.

El tio Rano también estaba en la Torre pero se salvo porque estaba la Encarnación Rotellar -que entonces era una niña- buscando a su padre Justo Rotellar que lo habían matao en las cuatro esquinas y la cogió de la mano para llevarla con su madre la tía Alberta que estaba con otras mujeres en la capilla de Santana y esto le salvo. 

Menudo jaleo hubo en el alto de la carretera de Codo, donde ha hecho la granja nueva Jiroba y en el alto que tiene el campo Pito que ahora es regadío, había una trinchera de Requetes y allí mataron a los que venían por la pedrera de los Hornillos. 

Cuando nos cogieron a nosotros que, se nos llevaron, que subimos por la orilla del rió, pasamos por la garita de las Fuentes y por Valdamen y nos cogieron al alcorce por ahí por las Almendroleras, ahí estaban los muertos, así montonados y muchos los enrrunarón y el tío Vinculovinco ese los desenrrunaba para mirara ver si llevaban dientes de oro el cabrón, cacho cabrón.

Un día estaba yo labrando con los machos y me pongo a almorzar en un pozo de cañonazo allí al abrigo; los machos estaban con las cebaderas y -me cago en diez- me viene el perro con una cabeza de hombre ne la boca, me cago en el perro el copón una cabeza con pelos. Un día se le dije al tío Vinculovico marrano, más que marrano algún día te tengo a enterrar a tu - no puedes enterrarlos después de destápalos; les sacaba la cabeza les miraba los dientes y allí los dejaba el cacho maricoón.

En el Piquete no estaba yo cuando lo tomaron, nos escapemos antes por la puerta, o sea que salimos por la puerta. Por la puerta si, salimos aunque yo casi me quedo allí. Me lo dijo un soldadico que aquel se quedo, llevaba un agujero al lado de la cabeza que casi cabía el puño. Lo curaron entre "La Zorra", la Espritista y aún había otra moza que no se si era la hermanica la Candelaria o la Isabel la Codina. Había tres mozas que pertenecían a la Sección femenina de Falange o a las Margaritas de los Requetes.

Yo cuando subí estaba de paisano, el día 24 después de comer empezaron a llamar que fuéramos a la Iglesia. Nosotros estábamos en la bodega allí donde han hecho la casa de los Negritos. Mi padre dice "vamos a ver a los machos" y yo me baje con él. Tenía en casa un mosquetón y un correaje de un enlace Requete; cogí el correaje y el mosquetón y pregunte donde estaba el mando, me dijeron ahí por las cuatro esquinas esta la comandancia que tenían los de Falange.

Resulta que viene un oficial y me presento - "Un paisano se presenta a sus ordenes, este mosquetón y este correaje es de fulano, que dormían en casa de mi madre dos o tres oficiales Requetes" - y dice: "Bueno vete a la iglesia y preséntate al Alférez Jurado".

A lo que iba a marchar venían el tío Venancio que se casó con una Melera y el hermano del Gil el Ángel y en esta vienen también, el padre del pastor Joaquín de mi tiempo y el tío Manolo el Vitorian que ya era Falange.

Subimos a la Iglesia y me presento al Alférez Jurado -"a sus ordenes me manda el capitán Riera (o Ribera) a que me presente a Vd. y a que me de la consigna que hay". Dice él la consigna te la voy a dar mu pronto muchacho, hice ponte aquí en esta aspillera (ventanuco de la iglesia) y al que asome la cabeza duro con él. 

Estaba yo allí en la arpillera como un cojones y salen dos de parte el cabezo en la Fontanela de Roque, con un fusil ametrallador acachaos...... y yo zas zas, al tercer tiro joparon como el tío los mixtos. 

En eso sube el cabo la guardia Civil, otro maleta que había que haberle tangao - chulo más que chulo- y dice quien a tirao. Dice aquí no se pega un tiro sin mi permiso en eso llega el Sargento a mecaguen y le dice oye si no quies tirar estate ahí sentao que ya tiraremos nosotros y sino a cascala de aquí pero no des murga.

Bueno yo le cambie una de las veces al padre de Gordolatas que estaba en segunda líneas, le cambie el mosquetón, que estaba ya ardiendo, por un fusil que pegaba menos jetazos así que a zumbar a zumbar. 

Una de las veces dice Jurado habrá que preparar las bombas que eran antiguas que las derrroscabas llevaban una mecha y en la punta llevaban una cerilla atada con un hilo y otra cosa que no era trilita que era pólvora negra, y echaban una humareda cuando las explotabas que pa que. Hice ponte aquí por si viene algún tanque échale una bomba.

En eso viene el Sargento ese andaluz que estaba en casa de don Pedro Arilla que les hacia de cocinero a los Oficiales. En casa de los Arillas en la Plaza Vieja les guisaba a un puñao de oficiales. 

Se puso a cascar y el soldadico herido lloraba, se quejaba y lloraba. Dice el Sargento aquí no se llora, cuando yo estaba en la Legión no alentaba nadie ni aún pol culo. En estaba en la primera espillera que hay subiendo la escalera da cara la puerta, en la segunda estaba yo da cara el monte y en eso entra y le explota una bomba y se le lleva la mano al Sargento ... unos gritos. En eso Manolo el Vitorian que estaba allí jodido le dice -maño te voy a pegar dos tiros-. Manolo llevaba una pistola que cuando se lo llevaban en la camilla la llevaba debajo.

Dice cacho maricón no dices que no hay que gritar pues ahora hazte un torniquete y cállate o te pego un tiro cacho maricón no hices que no hay que llorar, pues ahora tienes que dar ejemplo.

Entraron por todos los lados, en las Tres Cruces, que aun queda ahí tenían un nido de ametralladoras emplazado en lo que le dicen el calvario, pegado al piquete preparada para cuando saliesemos. Por el cuarto los santos también entraron. 

Pero no nos cogieron prisioneros, nooo. Al Caracho al padre de la Carmen estaba en un pilar del coro con la carabina en segunda línea y lo agarraron y al tío Emilio Laron porque pego dos brincos sino también lo habrían cogido. 

Echaron paja y la encendieron, menudo jaleo había, el día 24 se lleno de gente civil al hacerse de noche. El día 25 cogieron artillería de la gravera del Mangarro del camino que sale a la carretera de codo. Allí estaba la artillería del diez y medio que habían venido a descansar del frente de Somosierra jodo, los agarraron los pobres y la llevaron al cementerio a la era de los Pulgas.

El día 24 se acabo el agua, 25 pedíamos agua, nos mandaron icir que ahora suben y esperábamos a un tío de los Casimiretes, un hermano de la tía María, que era mozo viejo que venia con un macho y cuatro cubetas. Pero el macho no llego y él tampoco que lo mataron.

Y sin agua que estábamos en esto ice Viturian: "en la sacristía hay dos botellas una de coñac y otra de anís". El maricón del Sargento arreo a la Sacristía se bebió las dos botellas y volvió venga a pegar tiros por la Iglesia, con la mano que tenia medio colgando.

La gente civil estaba parapetada en las capillas. Nosotros estábamos en la torre teníamos de parapeto dos sacos de chuscos de pan y otro de botas fíjate lo que nos podía proteger madre ..... no había otra cosa.

El día 24 por la noche se marcho mucha gente, el 25 aguantamos unos pocos todo el día, a las dos de la mañana baje yo que estaba casi siempre por el reloj, desde allí yo controlaba el campo de Jarauta que era mitad huerta y mitad estaban construyendo unas escuelas.

En la casa Palatrenes en un sitio que le diciamos el callejón de las Zapateras, por donde subíamos los muertos a enterrar antes de la guerra, había una ametralladora y en las Tres Cruces un fusil ametrallador y yo se los dije, "ojo ....ojo" pues apenas saliéramos nos ametrallaban yo les había visto desde la torre. Si íbamos por la cuesta abajo también nos ametrallaban.

Pues bueno allá calla por la noche bajo y el soldadico y me dice corre, corre que ya se han ido todos. Apartamos al tío Isidro que estaba en el medio el padre de Vidal y el hijo los dos estaban muertos en la puerta- ya no quedaba casi nadie. 

En lugar de salir directo, que estaba todo tomao decidimos ir por un callejón muy estrecho que hay frente a la tapia de la Iglesia. En donde vive Francisco el Rano había uno que no nos dejaba cantearnos, aquí llevo un deso que no se si es cacho de ladrillo o cacho de plomo, el caso es que entraban las balas sin parar por los ventanos y las puertas.

Marcho corriendo por detrás a dar la vuelta y bajamos por un callejón pequeñico que esta al lado de casa "la Ñarra" que le decían el callejón del tío Indino porque vivía allí en las puertas falsas.

En casa Pallas el Cadete había una mesa puesta en la que habían merendao. Yo enganche una boteja y me puse a beber, quita decian los otros no bebas que estará envenenada me decían ,"así nos moriremos antes "- dije yo-pero llevábamos dos días sin beber agua. 

En eso que venían cuatro cinco por el Setenta y nos llaman: "Alto quien vive Brigadas Internacionales hablando en forastero...", mecaguen los emprendemos a tiros, yo llevaba un fusil que era más alto que yo, y un paquete de balas en la banda. Llevaba una camisa de medio luto de mi hermano, pantalones y albarcas, arrean calle arriba y nosotros escaleras abajo por la casa el tío Antonino ande vive tu tía Felisa estaba escachada, en la calle Mayor un tiroteo en la plaza.

"No tireis, no tiris que somos los de la Iglesia", no tiraron al final conocieron al padre de la Angeles Escudero y no nos tiraron. En la plaza otra vez atrás, desde la casa de la Cardelina había alambrada y nos costo mucho pasar.

Yo estaba rendidico, me dice el Pereda échate un poco, al rato me despierta y me dice quio despierta que ya somos rojos. 

La Plaza Vieja se resistía, había un tanque que le casco en la puerta el Cura y le hizo un boquete que aun se ve. Otro cañón grande estaba donde los de la Posada que hicieron parapeto con sacas de harina que cogían de la Fabrica de Harinas que era lo que hay al lado de la Central. 

Nos dejaron el cañón desarmado, la farmacia estaba ardiendo, la casa el Guarnicionero (el Casino) estaba escachada, entonces vino la aviación y cojones, yo ya no entre en la plaza.. marchemos corriendo al huerto el Secretario.

Nos metimos, mi primo Pereda se hecho en un ribazo conmigo y en eso viene Capa corriendo diciendo hay hay que nos van a matar ... unos zambombazos. Una bomba cayo encima nuestro y nos cayo un zaborro que le hizo una cuquera al Capa y unos gritos - "ya me han matao, ya me han matao" - así que en medio de la escandalera escapamos aunque no se veía la calle de polvo. Cuando llegamos a la calle nueva donde vive Cuevas cerca de la vía, a lo que llegamos a la vía ya se veía bien. 

Iba delante de mi el tío Pedro Laron y el tío Capullo padre del Capullete, el Zarrias , que se caso con una Canaliense. Lo llevaba su padre de la mano arreamos corriendo al brazal segundo, cruzamos y a lo que íbamos a llegar al campo del Joaquinico, al escorredero allí nos salen dos u tres apuntando con fusiles y viene uno corriendo diciendo no tiris, o tirís que no vis que son los paisanos del pueblo que se escapan del bombardeo. 
Seguimos por el campo del cañar yo iba por la orilla el riego y nos decían -"quédate, quédate"- eran Quiticlera y un Bonastrero que era soltero me dicen quédate, quédate, Quiticlera se salvo, el otro lo pringaron.

Llegamos al Espolón luego por el barranco Valdamen, a la Loma el Cornero y andando. Al llegar a Lopin en la revuelta allí nos pararon y nos icen "¿A ver quien lleva reloj? Al primero que se lo quitan es al tío Borjeta el padre de Lambea y a un capataz de la brigada que vivía en la Casilla al otro lado de la vía, al tío Matarriales le hacían tocar la guitarra, pa tocar estaba el hombre.

El pueblo estuvo tomado siete meses, la Iglesia era el observatorio de la artillería allí tenían unos gemelos que se juntaban abajo. Se veía la carretera y toda la revueltilla estaba llena de fuerzas, desde la iglesia hasta la fandega y hasta el otro lao de Bonastre había tanques y fuerza que querían tomar Zaragoza. Cuando le preguntaba el tio Rano ¿que se ve, que se ve? Siempre le respondía el vigía: "Tropa en Belchite tio Rano","Tropa en Belchite tio Rano".

Si no se hubieran parado aquí hubieran tomao Zaragoza y la hubiesen tomado como les da la gana porque en Zaragoza no había tropa y Quinto no era una plaza con poca tropa. 

El cabezo la nariz es el que más les costo tomar, es el que tenía la falange, el Purburel lo tomaron antes. Una vez fueron a cambiar la prensa y hubo un jaleo de mil hostias.

Desde que empezó la guerra ya se estableció el frente en Quinto, cuando lo tomaron ya llevaban más de un año fortificando. El tío José el forrajo estuvo en el Cabezo la Nariz, lo tenían los falanges, me cago en la .. 

De allí fuimos a Zaila andando, allí viene la aviación, estábamos en la esquina de un corral y corriendo al barranco a escóndenos, nos meten en un Autobús, viene la aviación otra vez al final en un camión. 

Tuvimos una miaja suerte el tío Ezquerra llevaba una manta de Bujaraloz a Caspe y de Caspe otra vez a Bujaraloz. A la entrada en frente una explanada que la tenían de campo de aviación donde aterrizaban los cazas. Todos queríamos meter la cabeza de lo que recocía, me vais a joder decía el tío Ezquerra. Era el día 27 de Agosto y el sol nos recocia los pies y la cabeza.

En Bujaraloz nos llevaron a un Pajar y nos llamaron "Vicente, Vicente dice tu eres si..." era un amigo de mi hermano Vicente el que se ahorco, me revuelvo y llevaba un traje de cuero pues era motorista. Dice has almorzao digo si ... en seguida vino con un chusco y un trozo de chocolate lo mejor que había comido en muchos días.

De allí nos llevaron a Torrente en Valencia, paiiciamos los hungaros, hablaban el Valenciano y no les entendiamos.

Yo me fui luego a falange. Luego se vinieron el tío Visen Platero, el tío Manuel de Taña que aun vive, se vinieron reclamados porque eran menores de edad y los reclamaban los padres. 

Yo tenía 17 años cuando mataron a mi primo al padre la M. Luisa que estaba cogiendo panizo en Las Suertes. El tío Paz el Manolo el Cartero, el Capacho nos escribían estábamos siete juntos del pueblo y tres no sabíamos ni leer ni escribir.

El pueblo estaba todo con enrrunas en las calles llenas de escombro. Al tio Vitorian lo hirieron de un morterazo en la Iglesia. 

Nosotros fuimos luego a Motilla del Palancar ... en cuando en cuando venían a una explanada y se llevaban a la gente prisionera a los campos de concentración. Me ocurrio que una chica estuvo llorando toda la noche así que le digo "ven que vamos a buscar a tu padre y a tu hermano"... entramos al campo y la vieron enseguida digo venga que os vais a casa al principio pensaron que era una trampa. 

No se lo creían digo espera que voy a por una yegua y os vais a vuestro pueblo que era Silla. Luego con el tiempo me escribían pero yo no recibía la cartas que llegaban a mi padre. Acabada la guerra y estando con mi padre nos quedamos sin caballería y no podíamos trillar. Le digo calla que vamos a llamar a los de Silla que yo les di una yegua, cuando les llamamos nos dijeron que la yegua se había muerto pero que fuera que me prepararían una caballería y lo que hiciera falta luego nos hicimos amigos, vinieron a mi boda y estuvimos en su casa.

Bueno vamos a parar que si no se nos joderá la comida y lo que hay ya se sabe: "Tropa en Belchite tió Rano".



Registrado en cinta y trascrito por Miguel Pérez Subías el año 2002 en Madrid 
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